La celebración de San Juan Bosco, patrono del SENA


Con una eucaristía organizada por la oficina de Bienestar del Aprendiz fue conmemorada en el SENA Regional Cesar la fiesta de San Juan Bosco, Patrono del SENA y apóstol formador de jóvenes para el trabajo, que se presenta como modelo de servicio y trabajo por la juventud, aquella que a pesar de sus dificultades económicas y familiares, se esfuerza por aprender un oficio y salir adelante con orgullo y satisfacción.

La actividad fue desarrollada en el auditorio Enrique Low Murtra del Centro de Operación y Mantenimiento Minero, COMM, a la cual asistieron los funcionarios, contratistas y el director Regional encargado, Ernesto Avecedo Soto.

La Iglesia Católica en todo el mundo celebra su memoria en esta fecha porque el Santo murió en Turín, Italia, en la madrugada del 31 de enero de 1888.
Don Bosco nació en el seno de una familia muy pobre, donde había mucho amor y una profunda religiosidad; fue solidario con la gente necesitada y carente de oportunidades para poder estudiar; por eso se dedicó al servicio de esas personas, para quienes fundó escuelas de formación y talleres de aprendizaje.

El sacerdote italiano, fundador de la congregación de Salesianos de Don Bosco o Pía Sociedad de San Francisco de Sales, se caracterizó por su gran corazón y la vocación de servicio. Su vida la dedicó a promover la formación de la juventud obrera. Además, creó un sistema de educación capaz de desarrollar a la persona en su totalidad –cuerpo, corazón, mente y espíritu–.

Es precisamente este amor por los jóvenes y por los más pobres, lo que motivó al SENA, a proclamarlo como su Santo Patrono, en consideración a la preocupación permanente de la Entidad de brindar mejores oportunidades a los jóvenes colombianos, en especial a los más necesitados.

El SENA ofrece una formación profesional integral y gratuita, para la incorporación y el desarrollo de las personas en actividades productivas que contribuyan al desarrollo social, económico y tecnológico del país. Esta formación integral ubica al aprendiz en el centro del proceso como un ser integral que se forma como trabajador, así como una persona con las mejores cualidades para el servicio del país.